Le damos gracias a Dios por el privilegio que nos otorga de trabajar como educadores para aportar en la formación integral de la juventud salvadoreña.

 

Reconocemos que en los tiempos actuales es cada vez más complejo el ser un buen profesional como requiere la sociedad y a la vez un cristiano comprometido como lo demanda nuestro Creador, pero Él nos dice que: “Somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó” (Rom. 8:37) si permanecemos en sus caminos, pues dice: “Separados de mí, nada podéis hacer” (Juan 15:5). Esta es la gran diferencia, porque si por nuestra propia sabiduría no llegamos muy lejos, tomados de la mano del Señor todo cambia, pues Él nos ofrece que:

 

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Stgo. 1:5).

 

Es por lo anterior que disfrutamos el privilegio de guiar a los jóvenes y señoritas en el temor de Dios, como principio de sabiduría (Salmos 111:10) y enseñándoles a aprovechar el tiempo de la mejor manera (Efesios 5:16), para que se presenten a Dios, su familia y la sociedad con principios bíblicos, conocimiento humano y la tecnología como herramienta.

Esperamos que este año escolar sea de mucho provecho para cada uno de nuestros estudiantes y que al final de la jornada, hayamos cumplido las expectativas de Padres y Madres de Familia, estudiantes y especialmente, de Dios:

 

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2 Timoteo 2:15)